jueves, 3 de octubre de 2013

EDUARDO (A mi abuelo QEPD)


Mirando las aguas deslizarse,
Llevando el riachuelo a su destino,
medito  en la calma del camino,
é infinita paz  fluye en mi  sangre.

Es el tiempo fatal  inconformista
que rompe lo presente y cotidiano,
que convierte en humus al humano
y  pone fin al sollozo  y a la risa.

Una década, un lustro, una centuria
nada es, respecto a la existencia
donde nunca el nacer requirió ciencia
y el morir tiene el sino de la lluvia.

Es el  recuerdo cual garfio al  rescate,
que de la mente salta al mundo frio,
te trae al pensamiento como el río
y te rescata  glorioso de la muerte.

En cada día que  pienso en tu silueta,
y  recorro a pedazos tus memorias
tus pasos me  relatan mil historias,
de paciencia y entrega tan  suprema.

En la tierra que fue tu amor eterno,
labrada con esfuerzo, palmo a palmo,
haciendo del surco el  innato salmo,
célica  adoración  al ser supremo.

Renace tu ser en cada noble ofrenda,
en el trabajo, herencia de tu  mano,
sembrado en tus hijos grano a grano
y que deja en las  vidas una estela.

Tu nombre queda vivo en el consejo,
en el saber que marca la experiencia
en el sosiego que fue tu fiel esencia,
de tu sabiduría está mi corazón repleto.

Eduardo, estoico guardián de la riqueza
seguro eres, luz fulgurante  en  el cielo,
recompensa por ser, gran padre y  abuelo,
por tu silente bondad  y fortaleza. 

Y cuando veo  las aguas deslizarse,
las que llevan el riachuelo a su destino
pienso en tí, como un grande peregrino
que dejó  huellas de amor interminable. 

3 comentarios:

  1. Una tristeza tierna y recubierta de melancolía y tristeza, en unos versos que denotan un pleno al sentimiento, a la pena.
    Bellísimo.
    Besos dulces, querida amiga.

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  2. Cuando un ser querido se va, en nuestro interior nace un "cajón" donde guardamos los recuerdos de las personas que nos fueron queridas, muchas noches, muchos días, los abrimos y aun ausentes disfrutamos su presencia, Como siempre un placer leerte, mi cariño y un beso.

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  3. Renace tu ser en cada noble ofrenda,
    en el trabajo, herencia de tu mano,
    sembrado en tus hijos grano a grano
    y que deja en las vidas una estela.

    Una maravilla de trabajo de la que me permito destacar este estrofa al sentirla muy mia.

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