la tierra expande su grato olor
el firmamento lanza un quejido
tonadas de un mísero trovador.
La luna adereza el crepúsculo
dobleces del orbe multicolor
y enloqueciendo al refugio
el tímido arpegio del ruiseñor.
Infaustos los perros aullan
elfos errantes en el bulevar,
tormentas de rabia furtiva
rechinan sus patas al caminar.
Solloza en el callejón, Dinora
sombra que muere al escampar
sus lágrimas hieren la vil aurora,
por el cansancio de tanto "AMAR".
Despierta el baldado mundo
sin percatarse de tanto afán
Dinora, el duende y los perros
sabe alguien, ¿Dónde estarán?.
felicidades me encanto tu poema!
ResponderEliminartienes talento,
te invito ha leer mi historia de amor
la titulo:
*las estatuas del kiosco*
Miriam
ResponderEliminareste es un canto al amor perdido
en cada verso nos deja ver en extasiantes colores
la belleza que descansa en sus amores
con palabras melancólicas en azul encendido
Cuan poderosas son sus letras Miriam, tan dulces y diestras que enganchan en total asombro, al leer esta prosa tan sublime, exquisita, viva, y a la vez triste.
me necantaria escribir asi como vos.. me siento tan basico al lado de los demas...
ResponderEliminarbue me sigo leyendo tus escritos...
son inspiracion....
ha y te dejo mis votos 5 estrellasss¡¡¡¡
Gran poema. Felicitaciones.LUCIA
ResponderEliminarUn grito de desesperación muy hermoso, Miriam. Y sin embargo sé que tú oyes a toda esa gente que grita. Un besazo muy grande.
ResponderEliminarFalto yo: Pero que creatividad! (nótese los signos de admiración) me dejas azorado, (baba asomando) asombrado (ojos medios chinos) y casi con un quiste (esa es la parte hermética) !!
ResponderEliminarMiriam, me pareció maravilloso tu escrito, tanto en temática como en el cuidadoso estilo. Felicitaciones y un beso grande!!!
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