después de caminar entre sombras y tinieblas.
Durante un mes fuí presa, de lo incierto y lo oscuro
mis palpitaciones fueron frágiles y lentas...
Quise estremecer los labios pero estaban mudos
mis párpados adheridos por la fría niebla,
los brazos vapuleados, mi torso al desnudo
y la oscuridad sacudiendo mis piernas secas.
No hubo claridad para observar las hemorragias
se desangró mi ser en los más raros temores.
Murieron los torrentes, el eco, las montañas,
en las aguas de mi alma crecieron sinsabores.
¿Pero que puedes saber, aún siendo mi amigo?
Tuve en el corazón clavadas miles de espinas
del rosal ingrato que brotó con las mentiras
y que hoy sólo pretendo matar con el olvido.
Pero he vuelto. Con los pies aún llenos de cieno
las cicatrices que me sublevan hacia el monte,
el juicio en bancarrota, gritando fuerte al cielo
y gravitando en el ángelus del horizonte.
Con extrañas chispas que en mi adentro se desbordan,
fuerza incontenible de millares de tormentas,
que despeña sangre de mi ser, como inmensa ola
dejando en la piel aroma a jazmín y magnolias.
Siempre te he dicho, amiga mía, que tienes arte en tus sentimientos, y esearte lo dejas bordado en tus versos.
ResponderEliminarBesos de corazón.