encubierto en un ramo de
rosas.
Un manantial de color que
alborota
a las almas más tristes
y solas.
En el piano, una partitura que
duerme
las manos calcinan, no
entiende la nota.
Un acertijo que a la carne
lapida.
y unos brazos cerrados,
olvidan.
Tengo una conversación con el
viento
se avergüenza, no conoce
tu nombre
y tartamudea con el silencio.
El agua, infame y vil
aguacero,
ha inundado mi sueño
los cachivaches en la alcoba
flotan,
sonámbulos con los ojos abiertos.
Y la fuente, oh hermosa fuente
se ha saturado de
ovas
y en ella, flotar no se puede.
Pero aún escucho en la sima su
canto
tan lejano, es un zumbido que
hiere.
Suspiro y sollozo en la
despedida
y la oquedad que me embosca,
como buitre que espera a su
presa.
Pero debo remendar
el camino
volver donde la existencia
brota,
para encontrar el aroma
perdido,
el que se oculta en un ramo de
rosas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
DEJA TUS COMENTARIOS AQUI