sábado, 9 de febrero de 2013

ELLA


Vino Ella, con sus  ligeros pies  helenos,
dirigió sus lindos cantos a  las aves.
Majestuosa, con  un corazón tan tierno, 
despidiéndose cual  compungida tarde.

Nutricia  del talento y la poesía,
sostenía la aguda hoz con la siniestra
era la Diosa Madre en plena  agonía,
intentando dar los  granos  a la bestia.

Respiró la atmósfera tan  descompuesta,
con gérmenes de una insalvable amargura
entristeció al saber que ya no  era suya
y que esa niebla empañaba sus estrellas.

Ella, mujer gentil que amó la armonía
veía más allá del  ser, de  las cosas,
siempre portaba en la mano rosas rojas,
llegó el  domingo  a segar toda alegría.

Con la  izquierda  cortó todos los luceros
los almacenó  en su colosal   alforja,
renunció a   la tierra,  emigró  a otra gloria,
dejó triste  y sombrío este vano cielo.

 

 

3 comentarios:

  1. Querida Miriam.
    ¡Qué verdadero placer reencontrarme en tu lectura!
    Y qué versos más lindos!
    Gracias por compartir y muchos besos de corazón.

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  2. Yo agradezco infinitamente tus visitas amigo. Un abrazo a la distancia.

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  3. Sabes que me encanta leerte, Mimi, mi cariño y muchos besos enredados con abrazos.

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