jueves, 17 de enero de 2013

NARCOSIS

En qué  momento en mis sueños
me convertí en gata solitaria
y me dejé  embarazar  por  tus deseos,
desesperada, intentando salvar
a toda costa el alma.

Cuándo  esa cita clandestina
me hizo salir del escondite,
arrastrando el cordón umbilical y la placenta
con la vagina dilatada
cubierta aún de sangre,
sujeta a los pernos de la almohada
acariciando la entrepierna del   desmadre.

Y esa noche,
 al llegar el rápido nocturno
con sus pasos sigilosos adorados,
olvidándome  del dolor de los entuertos
y del brillante rojo de los prados,
 viajé   anestesiada   hasta tu mundo
en el silencio   por  mi llanto creado.

Volé  de  Paris  a Barcelona
sintiendo la libertad de la paloma,
en un paseo libertino
directo hasta tu sombra.

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