Bien lo
sabes que eres mi amor distante,
anhelo
de mi noche, de mi día,
sustento
de la soledad tan fría,
flama que
abraza mi cuerpo anhelante.
Me hace
torpe sentirme tan vacía,
el
eco de tu voz, es el causante,
no sé
sanar la herida penetrante,
que causa
tu abandono vida mía.
En mis
labios hay guardado un festejo,
un
torrente transformado en cascada,
que espera
por tu boca tan soñada,
de la que
tengo en mi mente un bosquejo,
sacudida
de delirio, un pecado,
moviéndose
en mi vientre cual tornado.
Que decirte que no sepas...
ResponderEliminarLa superación que manifiestas es inmensa, el sentimiento que esparces impagable.
Mi cariño y un fuerte abrazo.
Qué preciosa pasión entristecida por lo que parece el final de una relación.
ResponderEliminarMagníficos versos, querida amiga.
Mi querida Miriam, me suenan tus versos a un amor en la distancia, que se ha consumado.Precioso
ResponderEliminarApasionado, precioso soneto, querida poetisa. Muchos cariños
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